Todos los aparatos antecedentes al cinematógrafo que portaban el material genético del cine funcionaban a partir de principios que radican en torno a la luz: teatro de sombras chinas, kinetoscopio, cámara lucida, el descubrimiento de la persistencia retiniana, la fotografía, los lentes de cristal, el praxinoscopio. El cine es, en sí mismo, un arte rodeado y atravesado enteramente por la luz. La luz es la materia pilar del cine.
El uso obsesivo y preciso de la iluminación en el cine nos ha regalado algunas de las escenas más bellas e impactantes de la historia del arte. Muchas de estas escenas constan únicamente de efectos de luz, contrastes, perfección fotográfica, claroscuros: la más grande pureza del lenguaje cinematográfico.